Se imaginan que para ser fontanero -es sólo un ejemplo- el aspirante tuviera que besar en la boca a su patrón; o que para entrar en un banco los botones tengan que darse un retozón con los directores generales. No, ¿verdad? Yo tampoco.
P.S.: Perdón, olvidé una edición en la que las chicas tenían que aprender francés (la lengua) en una par de días. Es para morirse de risa.
Pues los guionistas de Supermodelo, de Cuatro, están convencidos de que para ser modelo es imprescindible besar a todo bicho que se ponga por delante. Da igual. Ni me he vuelto un carca -me encantan las modelos y siento un profundo respeto por su trabajo- ni me creo que eso sea enseñar. La desesperación por ganar unos puntos de audiencia van a enloquecer a los responsables de los programas y, por extensión, a los que, de vez en cuando, los sufrimos. A nadie se le escapa que un beso lésbico tiene más morbo que uno heterosexual.
He visto un par de veces ese programa; bueno..., quizás tres o cuatro, y siempre sale alguna niña en ropa interior, desnuda, besándose con una amiga y un tipo grosero y maleducado gritando a sus pupilas como si fueran ovejas en plena trashumancia.
P.S.: Perdón, olvidé una edición en la que las chicas tenían que aprender francés (la lengua) en una par de días. Es para morirse de risa.
