jueves, 30 de agosto de 2007

!Houston, hip..., tenemos un problema! Hip


De no ser por la cantidad de millones de dólares que se han gastado y por la gravedad del asunto, las explicaciones de la NASA sobre los presuntos casos de embriaguez entre sus astronautas parece de cachondeo. Michael Griffin (en la fotografía de la derecha) , administrador del organismo aeronáutico, aseguró que "la agencia se toma estas acusaciones muy en serio". Y tanto.

Tras un informe de un comité independiente que analizó la asistencia médica de la astronauta Lisa Nowak, acusada de intento de secuestro y agresión a una compañera enamorada de otro astronauta, surgió la denuncia de que, al menos en dos ocasiones, los astronautas habían volado en estado de embriaguez.

La oficina para la seguridad de las misiones espaciales, de la que es responsable Bryan O'Connor, ha revisado durante los meses de julio y agosto los vuelos realizados en los últimos 20 años. El investigador ha revisado 40.000 expedientes y se ha entrevistado a cerca de 100 testigos para descubrir la verdad.

Las conclusiones, como no podía ser de otra manera, es que que ningún astronauta de ninguna de las misiones ha volado jamás borracho. Sin embargo, el organismo ha reconocido que "trabaja en un código de conducta para los astronautas y ha aceptado las recomendaciones del comité independiente para solucionar lagunas en su sistema de evaluaciones psicológicas rutinarias a su personal". Es evidente que los astronautas por muy alto que suban son de carne y hueso.