domingo, 24 de junio de 2007

Coches vallados en Barajas


Si cualquiera de ustedes vallara -sí, literalmente- un coche propiedad del ayuntamiento de alguna ciudad española sería tildado de incívico, delincuente o chiflado. ¿Pero qué ocurre cuando lo hace una empresa con supuesto permiso municipal? Yo les desvelaré el secreto: NADA.

En el distrito de Barajas, en Madrid, es frecuente, ya casi tan habitual como un bache en la calzada, que las empresas que taladran las calles para dotar (?) a las viviendas de servicios encierren entre vallas los vehículos aparcados de los supuestos beneficiados por la obra. No hay avisos previos, ni siquiera una miserable placa de prohibido aparcar.

Los operarios se limitan a cercar los coches y pobre del que esté trabajando en ese momento y no pueda retirarlo. Lo menos que le puede pasar es que su propiedad quede encerrada entre barrotes de hierro y el foso por donde van colocar una tubería. Esto ocurre cada dos por tres; a veces, incluso tapan el boquete y lo vuelven a abrir al mes siguiente. Mal está que haya que sufrir el caos de la improvisación permanente, pero lo que no es de recibo es que además de tragarte el polvo que provocan las máquinas tengas que tragarte que te vallen el coche. La foto les garantizo que no es un montaje.