domingo, 1 de julio de 2007

El difícil tramo final del Caso Malaya


El mayor escándalo financiero de la historia de España parece que de un momento a otro va a caer en el olvido, como no vaya a la cárcel alguno de los protagonistas más sonados que, todavía, están en la cuerda floja. Desde las pasadas elecciones, ni una cadena de televisión -y los periódicos sólo por encima- han vuelto a preocuparse del Caso Malaya a fondo cuando se encuentra en su fase final. Tan sólo las apariciones, impresentables, de Mayte Zaldívar, y el encuentro 'fortuito' en un restaurante entre el alcalde Madrid y Monserrat Corulla han merecido unos minutos entre imágenes con informaciones vacías, encadenadas e impersonales.

En estos últimos 30 días, el juez Torres ha desestimado el recurso de prisión provisional de Roca, porque -increíble- la lista de presuntos delitos cometidos por este caballero parece no tener fin"y se han consolidado los indicios contundentes' en su contra", asegura el magistrado , según EFE, por lo que el encausado podría fugarse.
Los investigadores, según fuentes judiciales, califican de "impresionante" el patrimonio que Roca tiene a nombre de terceras personas. El auto también revela que el ex asesor municipal de Marbella "se ha apropiado de una parte importante del patrimonio público". Torres imputa a Roca más de 30 los cohechos, todo un récord. Entre otros, los 300.000 y los 288.500 euros que pagaron Gianni Montaldo y José María Enríquez para obtener unas licencias urbanísticas.

El diario Sur de Málaga, no ha bajado la guardia y ha investigado la extraña petición de baja de dos inspectores clave en la operación por la falta de apoyo en sus pesquisas. Héctor Barbotta y Juan Cano publicaron que fuentes de toda solvencia aclararon que en la solicitud de baja de los agentes no se especifica que la falta de apoyo sea de la Dirección General de la Policía, sino en aspectos concretos de su trabajo diario.
"Al parecer, las trabas que han motivado la renuncia se refieren al supuesto acoso que estaría sufriendo el grupo de investigación, porque no se estaría dejando trabajar a los funcionarios en las condiciones que requiere un caso de esta envergadura". Fuentes del caso también apuntan la posibilidad de que las investigaciones pudieran salpicar a personajes públicos o a alguna institución, lo que fue desmentido por el Subdelegado del Gobierno.
El meticuloso juez Torres ha logrado frenar el malestar policial. Ahora sólo queda saber hasta cuándo, aunque es posible que ni nos enteremos si dos, o más, buenos funcionarios son apartados de su trabajo por hacerlo bien.