miércoles, 4 de julio de 2007

La isla de Perejil, cinco años después


Nadie se acuerda ya de la isla-pedrusco que a punto estuvo de causar un serio conflicto entre España y Marruecos, pero han pasado cinco años. Exactamente, el 17 de julio de 2002, a las 6 de la mañana, dos submarinistas de la Marina inspeccionaron los alrededores del islote ocupado por un pelotón de militares marroquíes seis días antes. Minutos después, entraron en acción fuerzas especiales con helicópteros Superpuma, aviones de combate F-18 y lanchas de desembarco. Los soldados ocupantes se entregaron sin oponer ningún tipo de resistencia.

Cuando se produjo el conflicto que, por fortuna, resolvieron los diplomáticos como "incidente", no estaba claro a qué país pertenecía la isla, entre otras cosas, porque nunca lo ha estado desde el 14 de agosto de 1415, fecha de la primera ocupación portuguesa y de su integración en el territorio de Ceuta.

En 1991, se firmó el Tratado de Amistad, buena vecindad y cooperación, entre España y el Reino de Marruecos y en julio de 1994, en el borrador del estatuto de autonomía de Ceuta la isla queda incluida como territorio de Ceuta. Marruecos protesta y en septiembre de 1994 se aprueba el Estatuto de Autonomía de Ceuta sin incluir a Perejil en la ciudad.

Bueno. Pues todo esto y mucho más durante siglos (intervenciones de los ingleses, alemanes, y otras potencias europeas) para no saber quién es el propietario real del cascote.

Por supuesto que nadie puede coger algo que no es suyo y que el legítimo dueño tiene derecho a defenderlo. Cinco años después igual es el momento de aclarar las cosas, porque pueden pasar otros novecientos y, entonces, servir de excusa para que se monte, esta vez sí, un auténtico conflicto.