miércoles, 5 de septiembre de 2007

La muerte en la obra y en la carretera y las estadísticas


La muerte de seis trabajadores en un solo día, el martes 4 de septiembre, sólo será un dato estadístico a final de año, como ya ha ocurrido en otras ocasiones. Dará igual que los siniestros se registraran en diferente zonas del país: en Alhaurín el Grande (Málaga), Cabanillas del Campo (Guadalajara), Víznar (Granada), Getafe (Madrid), Algeciras (Cádiz) y San Vicente de Raspeig (Alicante.
Los sindicatos, que tampoco se han matado en la labor de exigir medidas drásticas, demandan ahora que el fiscal del Estado sea más duro con las empresas que incumplen la legislación. Pero, claro, mientras sea más barato pagar una multa que poner remedio, ya se sabe que opción va a ganar.
"Seguimos teniendo una prevención burocrática y documentalista, pero no real', manifestó Dolors Hernández Navarro, responsable de Salud Laboral y Medio Ambiente de UGT. Y tiene más razón que un santo.
Sin ir más lejos, el mismo día el, el ministro del Interior aseguraba que la culpa del aumento de accidentes de carretera en nuestro pías se debía a las motos. Estadísticamente así es, digo. Pero ¿se ha molestado el señor ministro en averiguar cuántos accidentes hay por el mal estado de las carreteras?
En la Autovía de Andalucía, en el tramo entre Jaén y Granada, yo ya me he cargado dos amortiguadores a 110 kilómetros por hora por los baches, socavones y demás obstáculos que no figuran en ningún estudio demoscópico. Lo de menos es lo que pagué por ellos, pero me jugué la vida al circular de esa forma.
Si la degradación viaria sigue así, no voy a poder disfrutar de la subida de pensiones anunciada por Zapatero. Igual ganaba algún voto más si promete arreglar las calzadas.