
Desde el pasado mes de mayo, el matrimonio McCann estaba en contacto con la agencia Control Risks Group, en la que muchos de sus miembros son ex militares y colaboradores de los servicios secretos británicos. En principio lo hicieron para saber hasta que punto su integridad física corría peligro en Portugal y, también, para colaborar en las labores de búsqueda de la pequeña Madeleine. Aunque tuvieron que renunciar a esta última actividad porque la legislación portuguesa lo prohibe expresamente.
Ahora, se encargan de controlar e investigar cualquier pista que pudiera facilitar el paradero de la niña, viva o muerta. Sus agentes, entre otras actividades, interrogaron a la ciudadana noruega Mary Pollard , quien aseguró haberla visto en una gasolinera de Marruecos seis días después de la desaparición.
Entre los 600 empleados de Control Riks, especializada en resolver secuestros en suramérica, destaca el general retirado Sir Michael Rose, jefe de las tropas británicas en Bosnia.
La investigación portuguesa está en punto muerto. Según afirmó el lunes Antonio Cluny, presidente de la Fiscalía lusa, "Sin el cuerpo de la pequeña todo es extremadamente complicado".