Con la guerra de intereses comerciales entre Mediapro, La Sexta, y Sogecable, Canal Digital, los aficionados vamos a terminar sin poder ver el fútbol, ni gratis ni pagando. El pasado lunes 3 de septiembre, coincidieron en el mismo horario el partido del Sevilla contra el AEK de Atenas y la selección española de baloncesto contra Portugal. Los señores de La Sexta ofrecieron ambos encuentros a la vez en una ventana que era la novena parte (literal) de la pantalla y en otra ventana que era más o menos la cuarta parte. Es decir no vimos entero ninguno de los dos.
Al genio de turno se le podría haber ocurrido hacer las ventanas un poco más grandes o bien dar un partido a pantalla completa y el otro en un recuadro. Para ver los movimientos de los jugadores -auténticos liliputienses- había que hacer esfuerzos e incluso imaginarse algo tan real y sencillo como es un encuentro de fútbol o baloncesto.
A las dificultades de visión, se sumaron las cuñas publicitarias y los problemas técnicos. Me quedé con ganas de saber cuál era el jugador preferido de la ministra de Educación, entrevistada por una periodista de La Sexta, porque el micro no funcionaba. A este paso, los aficionado veremos el deporte con lupa, en casa y con la radio puesta para saber qué ocurre en la cancha. En las guerras, hasta en las incruentas, siempre pierden todos.
