No fue por el tanteo abultado en una partida al futbolín entre la autora valenciana y el literato del bastón y del pañuelo, sino en el número de personas que hicieron cola la tarde del 26 de mayo para que les firmaran sus libros en la 66ª Feria del Libro de Madrid. http://www.ferialibromadrid.com/index_home.cfm . Mientras Laura Gallego congregó a centenares de personas delante de una de las 344 casetas del certamen http://www.cadenaser.com/articulo/cultura/Comienza/feria/libro/dedicada/ano/cultura/africana/csrcsrpor/20070525csrcsrcul_2/Tes/ autores consagrados como Gala, Pombo, Montero, Reverte y políticos como Mayor Oreja o Vera -sí, el mismo Rafael- tuvieron que contentarse con un reducido grupo de incondicionales.
No tengo preferencias por ninguno de los dos, pero el hecho de que Laura escriba para jóvenes es un claro síntoma de que los que son ahora adolescentes van a seguir leyendo en la madurez, a pesar de los augurios pesimistas de los que señalaban que la Informática iba a acabar con la literatura. Por lo menos de momento, lo digital sólo va a transformar la Cultura y, como siempre, la calidad se impondrá a la bazofia, que también hay mucha en el mundo de los libros. Especialmente entre los supuestos autores que se dedican a fusilar periódicos o contratan negros para presumir de que han contribuido al fondo cultural del país.
El libro siempre ha sido un negocio http://www.federacioneditores.org/SectorEdit/DatosEstadisticos.asp y seguirá siéndolo mejor que vender misiles, aunque, lógicamente, es menos pingüe.
No tengo preferencias por ninguno de los dos, pero el hecho de que Laura escriba para jóvenes es un claro síntoma de que los que son ahora adolescentes van a seguir leyendo en la madurez, a pesar de los augurios pesimistas de los que señalaban que la Informática iba a acabar con la literatura. Por lo menos de momento, lo digital sólo va a transformar la Cultura y, como siempre, la calidad se impondrá a la bazofia, que también hay mucha en el mundo de los libros. Especialmente entre los supuestos autores que se dedican a fusilar periódicos o contratan negros para presumir de que han contribuido al fondo cultural del país.
El libro siempre ha sido un negocio http://www.federacioneditores.org/SectorEdit/DatosEstadisticos.asp y seguirá siéndolo mejor que vender misiles, aunque, lógicamente, es menos pingüe.
