jueves, 3 de mayo de 2007

Premonición (Operación Malaya II)

Apenas unas horas después de que la Policía Nacional detuviera a Pedro Román, el ex teniente de alcalde Marbella, el juez Torres ordenó la detención de Isabel Pantoja, pareja del ex alcalde Julián Muñoz http://www.hola.com/famosos/2007/05/03/pantoja-detenida/. La noticia, esperada en medios judiciales, ha ensombrecido cualquier otra primicia de la crónica social en España, incluido el nacimiento de la hija de los Príncipes de España o los paseos del etarra de Juana Chaos por los jardines del hospital como si se tratara de un personaje que no hubiera roto un plato en su vida.
La detención de una cantante, viuda de torero, con idilios sonados y novia de un alcalde enchironado por fraude fiscal tiene mucho morbo. La implicación de la artista en la Operación Malaya puede hundirla definitivamente o, como en el caso de la modelo Kate Moss, relanzarla al estrellato. En cualquiera de los dos casos, va a sufrir lo suyo.
La conocí hace muchos años en La Cantora, cuando vivía Paquirri. Advertí en ella una profunda e inexplicable soledad -quizás fue sólo una impresión- y un punto de soberbia que achaqué a su vena artística. La explicación que ahora le doy a esas sensaciones es que nunca tuvo buenos amigos y asesores fuera del escenario, y a las pruebas me remito. Por desgracia para ella, la Justicia la ha metido en el mismo saco que a su novio y al resto de la pandilla que formaba la mayoría del consistorio Marbellí.
Ojalá tenga la misma habilidad para salir del pozo como la ha tenido para estar encima de un escenario durante décadas. Al artista, aunque no te guste, hay que reconocerle el mérito por el triunfo y respetarlo.